MEDITACIÓN EN LA VIDA DIARIA
Muchos tendemos a focalizarnos en lo que todavía nos falta. Hay dos problemas con esto: el primero es que no lo tienes y el segundo es que no está ahí. Es una pena emplear gran parte de nuestra vida, tiempo y energía en esta clase de pensamientos. Probablemente nunca llegue el momento en que las cosas se den, por lo que esta clase de pensamiento se hace pesimista y crea un panorama desolador y también es entonces cuando empiezas a vivir y a alimentar un mundo imaginario.
En lugar de esto, haz volver a tu mente y céntrate en lo que tienes ahora y no en lo que tuviste en el pasado y que ya no tienes, ya que esto te deprimirá. ¿Qué tienes ahora? Tienes un cuerpo que te gustará o no. Hacerse viejo está bien. A veces te crujirán los huesos, pero tienes un cuerpo. También respiras y eso es estupendo porque cuando te mueras dejarás de respirar… Te levantas por la mañana, hablas, a veces más de lo necesario, pero hablas, comes, caminas y duermes. Tienes sentimientos, sensaciones y emociones. Si reflexionas en lo que tienes ahora, hay muchas condiciones positivas empezando a surgir así que tu situación no es tan desoladora. Tienes material disponible y, lo más importante: tienes una mente. Puede que, a veces, esté alocada y no muy estable, pero tienes una mente capaz de hacerte sentir dolor y placer. Así que tienes un cuerpo y una mente.
¿Cómo puedes unirlos de manera que seas capaz de sentir plenamente tu propio ser físico? Muchos de los problemas psicológicos, sobretodo en Occidente provienen de la incapacidad para conectar la mente con el mundo físico. Esto significa que se ha perdido la cercanía con la vida cotidiana. En la vida ordinaria, muchos occidentales pueden ser bastante desordenados y caóticos. Por otro lado los occidentales son muy buenos planificando y creando estrategias para dentro de veinte o cuarenta años. Incluso pueden planificar para el próximo siglo. Lo encuentro muy interesante y bastante contradictorio ya que en la cultura occidental hay mucha confusión y es complicado acercarse a la vida práctica diaria; aunque Occidente se haya desarrollado mayormente bajo culturas monoteístas sin sentido de vida pasada o futura, se centra principalmente en esta vida.
En la cultura Oriental hay otra contradicción: Se basa principalmente en la comprensión del karma y se acepta la vida pasada y la futura. Pero despreciando esta comprensión, los orientales son malos en estrategias de futuro. Son buenos en la práctica de la vida diaria porque no se dejan llevar por el pánico y no están ansiosos ni son complicados. Se me hace raro que en la cultura occidental no se crea en una vida futura, ya que los occidentales son mucho mejores planificando el futuro que viviendo en el presente. Sin embargo la cultura Oriental cree en vidas futuras y aunque son mejores viviendo en el presente ¡no son buenos planificando el futuro! Cabría esperar que fuera al revés. Creo que una de las razones para enfatizar en la situación actual, particularmente en las enseñanzas budistas, es enfatizar en lo físico.
La sensación de bienestar es una manera de estar equilibrada, armoniosa, un estado en el que el cuerpo y la mente estén en sincronía. En eso consiste el bienestar físico y mental. Si nos encontramos mentalmente hiperactivos y agitados nos daremos cuenta de que nuestro cuerpo también está hiperactivo y agitado. La respiración también estará hiperactiva. Es altamente improbable que el cuerpo y la mente estén sincronizados y en paz, así. El mecanismo en que se apoya la mente, está agitada o no, depende mucho del sistema de apoyo del cuerpo y de la respiración. Así, si nos aseguramos de que el cuerpo y la respiración estén descansados y en paz, entonces la mente hiperactiva y agitada se calmará y podrá negociar con el cuerpo. Es como cuando coges un coche y tienes prisa y estás ansioso por llegar a tu destino enseguida. Sin embargo el coche se niega a coger velocidad o hay mucho tráfico. Poco a poco tu mente empieza a adaptarse a la velocidad del coche y entonces el viaje se vuelve placentero. Esa inquietud y ansiedad inicial no encontraron la forma de actuar en ti y aprendiste a adaptarte y así empezaste a disfrutar de ti mismo.
El primer escalón para sincronizar la mente y el cuerpo es usando la respiración. Creo que esto ya lo sabéis. Algunas personas se obsesionan con la meditación en acción y puede que crean que son capaces de estar en estado meditativo mientras hacen varias cosas. La realidad es que primero uno tiene que ser capaz de meditar antes de que se pueda hacer meditación en acción. Primero meditación y luego acción. Por un lado meditamos durante diez ó veinte minutos al día y a veces se nos olvida mientras que otras personas no meditan nada. En un periodo de veinticuatro horas, incluso si nos las arreglamos para meditar media hora, el resto, veintitrés horas y media no es de meditación y sólo hay acción. ¿Cómo podemos esperar estar veintitrés horas en estado de meditación en acción, cuando sólo meditamos media hora?
Así que empecemos por meditar sentados. Necesitamos sentarnos porque ya hemos caminado bastante, incluso hemos corrido. Somos buenos corredores aunque no sepamos a dónde vamos. Nuestro objetivo no es ir a ninguna parte, sino correr por correr, aunque, generalmente, ni disfrutemos. Tenemos mucho caos y confusión pero seguimos corriendo y tenemos que correr más deprisa que los demás. De acuerdo con el budismo, hemos estado corriendo durante varias vidas. Es la mayor Maratón ¡sin un destino final! y ¡nunca llegamos a ninguna parte! No hay mucha seguridad de que alcancemos la cumbre de nada. Así que si corriendo no llegamos a ninguna parte es obvio que lo lógico es dejar de correr y entonces quizá lleguemos a algún lado. A esto se le llama “sentarse”.
Gyetrul Jigme Rinpoche
Enseñanzas de shiné en Valencia, 2013